The Smiths: un placer insuperable Miradas al pasado (13)

7/4/09

The Smiths: Un placer insuperable
x Javier M. Carpi (So Young #14, 1998)


The Smiths (Rough Trade 61, feb. 84)
Comenzando con la claustrofóbica "Reel around the fountain", que enseguida se convierte en adictiva, y terminando con la lánguida tristeza de "Suffer little children" (¡joder! cómo te hiela los huesos la desesperanza fría de los páramos), el primer trabajo de los de Manchester supone todo un encontronazo seco con los sentimientos más escondidos que enseguida afloran bruscamente (a los casi quince años se convierte en un disco sencillamente IMPRESCINDIBLE). Coge cualquiera de las canciones, exprímela una y cien veces y saca las frases con las que seguro que te identificas. Entonces y ahora, un escaparate emocional fundamental en nuestras vidas.

Hatful of hollow (Rough Trade 76, nov. 84)
La promiscuidad creativa de Morrissey y Marr no podía perderse en caras B de exquisitos singles y en sesiones perfectas de la radio inglesa, y este trabajo se convierte en la ideal excusa para prolongar los sueños de miles de seguidores ya fanáticos. Dieciséis perlas que sirvieron para cimentar aún más una dependencia casi vital hacia el grupo. Y es que siguen consiguiendo una identificación completa (y ¿quién no dice alguna vez lo que se dice en "Heaven knows I'm miserable now"? o ¿quién no ha reprimido las lágrimas al hacer suya la letra de "How soon is now?).

Meat is murder (Rough Trade 81, feb. 85)
Morrissey destapa su rabia anti-sociedad más furibunda (de amargado autista pasa a agresivo "outsider" en "Meat is murder" o "Nowhere fast") y sigue salpicando de ingratitud, sufrimiento, rabia, indecisión, lagrimeo, rencor y desdicha las melodías preciosistas de un Marr totalmente perfecto. Seguimos de paseo por los parajes emotivos de historias cercanas. La lírica punzante recorre nuestras vidas y nos impacta, pegajosa, en nuestra propia piel (y "That joke isn't funny anymore" es sólo un tímido ejemplo). Si hasta entonces no queríamos vivir sin ellos, a partir de ahora no podemos ya vivir sin ellos.

The Queen is dead (Rough Trade 96, jun. 86)
Embadurnando la visceralidad y la pasión existencial con una pulcritud rockista madura, el nuevo trabajo de los Smiths consigue mantener viva una llama ahora ya inextinguible. No hay vacuna que te inmunice y el contagio es seguro con "There is a light that never goes out", "Cemetry gates" o "Some girls are bigger than others". ¿Sufrir una carga?. Nunca el dolor de la soledad fue tan agridulce y tan emocionante como cerrando los ojos mientras "I know it's over" hace vibrar tus tímpanos sensibles. La reina estará muerta pero nunca desearás tanto acudir a un mismo funeral.

The world won't listen (Rough Trade 101, mar. 87)
El mundo nunca cerraría ya sus oídos y el nuevo recopilatorio recogía maravillosos singles no incluidos en los álbumes ("Panic", "Ask", "Shoplifters of the world unite") y no menos excelentes caras B ("Half a person", "Stretch out and wait", "Asleep") y sencillos extraídos de "Meat is murder" y de "The Queen is dead". Otro pequeño tesoro y aunque todos los temas ya eran conocidos (¿os he contado ya la satisfacción que producía ser un inquieto buscador de cada nueva delicia que con asiduidad sacaban a la calle), el glamour y el encanto de un nuevo disco de los Smiths suponía un placer (casi) insuperable, y es que haciendo todas las permutaciones posibles entre sus canciones el resultado era el mismo: MARAVILLOSO.

Louder than bombs (Rough Trade 255, abr. 87)
Editado inicialmente por Sire en los USA el nuevo recopilatorio incluía como única novedad el single "Sheila take a bow" y sus correspondientes caras B "Is it really so strange?" y "Sweet and tender hooligan". En la portada, una Shellagh Delaney encantadora teñida de naranja frustración (también aparecería en la portada de "Girlfriend in a coma") que invitaba una revisión de la magia emocional en forma de doble disco.

Strangeways, here we come (Rough Trade 106, sep. 87)
El adiós definitivo y la despedida más triste. Cuando el disco sale a la calle la disolución ya es un hecho (tras meses de dudas desde la marcha de Marr en verano de ese mismo año) y por eso el disco lo recibimos con desolada inquietud, con tristeza y pesadumbre. Y mucho de lo que en él se oye invita precisamente a eso. "Last night I dreamt that somebody loves me" es toda una bofetada de desesperanza que te despierta de golpe de un sueño perfecto, "Girlfriend in a coma" susurra el drama del final de una relación especial...Y la palabra muerte repetida en varios temas, el desaliento de las cosas no terminadas, los puñales envenenados lanzados con vehemencia hacia los antaño queridos... Un disco pesimista, una obra intensa, un pellizco amargo, una (otra) obra sublime. Y el corazón dolorido por lo que estamos perdiendo.

Rank (Rough Trade 126, sep. 88)
Único testimonio oficial en directo (junto a la cara b de "Hand in glove" y de "That joke isn't funny anymore") para uno de los grupos que cuenta con más conciertos pirata en el mercado. Toda la magia del cuarteto (quinteto en el disco ya que pertenece a la gira del "The Queen is dead" en la que les acompañaba Craig Gannon) para despedir al grupo más emblemático de la década de los 80 en Gran Bretaña. Posteriormente llegarían varios recopilatorios de "The best of" y "Singles" una vez que la WEA compró su catálogo y decidió explotar la fiebre necrofílica de los de Manchester.

1 comentario

Anónimo ha dicho...

En mi funeral que pongan "There is a light", la mejor canción de todos los tiempos