Ceremony: una gran telaraña noise pop

28/4/10

Son de: Fredericksburg, Virginia.

Miembros del grupo: Paul Baker, John Fedowitz.

Disco: "Rocket Fire" (10).

Algo que han dicho de ellos: "El ruido como vía de escape y exorcismo de todas las angustias vitales. Guitarras poderosas que esconden melodías angustiadas, pero llenas de emoción. Todo ello agitado con las baterías bailables del sonido Manchester" (Dreaming Of Birds That Are Blue).

Nombres con los que se les asocia: The Jesus & Mary Chain, My Bloody Valentine, Slowdive, Screen Vinyl Image, The Cure, The Magnetic Fields, A Place To Bury Strangers.


Ceremony: "Rocket Fire" (2010).
Una de las semillas de una nueva telaraña de shoegaze en estado puro – y quien dice shoegaze dice noise pop a la usanza de los Jesus & Mary Chain y algo menos My Bloody Valentine- la empiezan Oliver Ackermann, Paul Baker y John Fedowitz formando Skywave a mitad de los noventa en su Virginia natal. Editarían varios discos hasta 2004, año en que Ackermann se va a New York y forma A Place To Bury Strangers. Baker y Fedowitz siguen juntos formando Ceremony, mientras colaboran con otras bandas del ramo amigas como Screen Vinyl Image. “Disappear” fue su última grabación, en 2007, un disco que no deja dudas de por dónde se encamina el grupo, con algunos grandes momentos para la gloria como “Cold Cold Night” o “Never Love Again”. Y bueno, el caso es que al menos la mitad de “Rocket Fire” , su nuevo trabajo recién estrenado y que oficialmente es su debut, es pura gloria para los amantes del ruido y la distorsión enjabonados con voces ensoñadoras, porque estamos ante otro de esos álbumes tóxicos, sucios y guarretes pero también sensibles, que sin dejar de lado la melodía pop se empeñan en inocular a chute limpio células de juventud en vena a base de guitarras incendiarias –y algún destello electrónico-, aquellas que ya en 1985 cardaban pelos y vestían de negro. “Someday” encarna su versión más dulcificada, y es una de las canciones perfectas de este 2010, con el estilo de The Magnetic Fields (los de “Distortion”) y New Order en el horizonte de voces y guitarras. Por ella y por las marañas de guitarras de “It’s Too Late”, “Marianne” y el magnífico dreampop sideral de “Regret”, “Stars Fall” y “Breaking Up”, este álbum merecerá la pena para aquellos que no dejan de echar de menos a los Mary Chain y a aquellos vendavales de guitarras de los primeros años noventa. x Matías Galli

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