500 entradas de Soyuz con The Go-Betweens El arca del fanzinefable

15/5/10

Tres años y medio después del comienzo aquí estamos, con la entrada 500, una cifra realmente alta a la que nunca esperamos llegar tan pronto, pues equivale a contar algo cada dos o tres días. No sabemos hasta cuándo aguantaremos a este ritmo, pero por ahora aún nos apetece contar cosas, descubrir grupos, preguntar cosas curiosas a músicos, hacer listas inservibles, grabar cintas de 60 o rescatar citas literarias. Aunque no abunden los fieles lectores, So Young en papel nunca congregó a tanta audiencia, así que estamos orgullosos de haber llegado al número 500 y vamos de cabeza a por el 1.000. Gracias a todos los que leéis y comentáis esta página y... hasta la 501.
Para celebrar este número redondo, qué mejor que recordar a uno de los grupos punteros del fanzine, los siempre añorados -mucho más desde la muerte de Grant McLennan en 2006- The Go-Betweens, al año siguiente de su afortunado retorno tras un montón de años con el gran disco "The Friends Of Rachel Worth".


THE GO-BETWEENS: “The Friends Of Rachel Worth” (2000).
Uno de los retornos más soñados de los últimos diez años. El regreso –ya mano a mano- del mágico dúo compositivo McLennan/Forster nos ha deparado momentos de auténtico lujo: la elegancia planeadora de “Magic in here”, la virtuosa y sensible “Going blind”, el aliento azul nostálgico de “Heart and home”, las estupendas aristas redondas de “The Clock”... ¿Cuál de sus fans más entregados podía esperar y soñar que canciones como “Bachelor kisses”, “Love goes on!”, “Streets of your town” y tantas otras distinguidas tonadas nacidas de las mentes de estos dos desbordantes compositores, podrían tener una continuación, no sólo digna, sino a una altura de excepción?. Grant y Robert, con la serenidad y la coherencia que da la experiencia, han hilado fino y elegante y han conseguido que en vez de hablarse de un disco de dos ‘viejas glorias’ se hable de una obra de talentos al alza, con una clase fuera de lo común. A nadie le pudo sorprender, por tanto, que “The Friends of Rachel Worth” fuera uno de los mejores discos del pasado año: The Go-Betweens han vuelto a lo grande, demostrando que el talento de los verdaderos maestros crece y se pule con los años. 5 estrellas.



The Go-Betweens
La magia retornada
x Fernando SoYoung (So Young#18, marzo de 2001, publicado previamente en -y gracias a- la revista Ciclo).

Acompañaron nuestros besos de soltero, iluminaron las calles de nuestra ciudad y tiñeron de lluvia la primavera. El sueño se ha cumplido, y con creces. Las nuevas canciones de The Go-Betweens volverán a ser eternas. Hablamos con el gran Grant (McLennan).

Primeramente, ¿qué tal vuestro último paso por España, en gira?
Fantástico porque tocamos con una banda que realmente nos gustaba: Teenage Fanclub. La gente de Madrid y Barcelona es estupenda, por eso siempre nos ha gustado tocar en España.

Habéis vuelto a sacar un disco tras doce años. Por un lado, con “The Friends of Rachel Worth" parece que no hayan pasado los años por vosotros, los The Go-Betweens de siempre, pero por otro lado se nota un sonido algo más áspero en canciones como “German Farmhouse” o “The Clock”. ¿Qué opináis al respecto?
Algunas canciones de nuestro último trabajo, como “German Farmhouse”, al escribirla primeramente iba a ser una canción rock, más áspera que “The Clock”. También era más fuerte... pero no sé si hemos cambiado mucho o no, a lo mejor en el próximo trabajo nos parecemos más a Jimi Hendrix...

¿Qué hizo que os decidierais por el título del disco?
Sabíamos que no queríamos un título parecido a los de los otros álbumes, así que eso significaba que teníamos muchas palabras que no podíamos usar. Robert tuvo la idea de que fuera como el título de una película o de un libro, no sé, algo misterioso, y suena bien. No hay una razón especial. No es una persona real, sino un personaje que hemos creado.

Temas como “Magic in Here”, “Going Blind”, “Heart and Home”, la citada “The Clock” o “Spirit” están a un nivel excepcional, son muy bonitas. ¿A qué canciones del álbum les tenéis un cariño especial? ¿Y qué canciones vuestras de siempre elegiríais como las más representativas del sonido del grupo?
Particularmente estoy orgulloso de “Going Blind”, porque dura menos de tres minutos pero a la vez tiene muchos cambios... es como pop-art. También me gustan “Spirit” y “The Clock”. Creo que hemos hecho canciones muy bonitas juntos, por ejemplo, hay algunas canciones de Robert como “Easy Come Easy Go”, o “Baby Stands” que me parecen estupendas. Cuando tocábamos y cantábamos juntos parecíamos gemelos, nos compenetrábamos bien, incluso la audiencia lo decía.

¿A qué hace referencia la letra de “When She Sang About Angels”?
Cuando Robert estuvo en Londres en 1997, hizo una especie de show secreto y cantó una canción sobre Kurt Cobain. Recuerda esa canción, al mismo tiempo que a un amigo con el que solía salir, Tom Verlaine.

¿Cómo os tomáis lo de ser una influencia para tantísimos grupos actuales cuando en su día no se os dio el reconocimiento mayoritario que merecíais?
Si son grupos buenos, estoy contento –comenta Grant entre risas- Desde hace unos años, ha habido muy buena música proveniente de América o Inglaterra, con los que noto que tengo más en común. Y te sientes bien por el mero hecho de levantarte y poder tocar con Belle & Sebastian, por ejemplo.

¿Cómo valoráis vuestras carreras en solitario?
La verdad es que es muy estresante. Creo que algunas canciones de la carrera en solitario de Robert, e incluso mías, son muy buenas. Soy un fan de su manera de escribir, fue bueno en todo lo que hicimos en los primeros seis álbumes. Creo que la gente, cuando en el futuro escuche nuestros viejos discos, encontrará cosas muy buenas.

¿Y en qué se nota que “The Friends of Rachel Worth” está firmado por los dos, en contraposición a vuestros últimos discos en solitario?
La mayor diferencia es que hemos trabajado juntos, tocábamos la guitarra y cantábamos las canciones de ambos entre los dos. Hay cosas especiales que los dos hacemos. Fue maravilloso trabajar otra vez con Robert en el estudio.

Entre las colaboraciones del disco vemos a Sam Coombes y Elliott Smith, ambos con dos proyectos musicales consolidados. ¿Por qué se integran en vuestra nueva andadura.. por amistad, admiración...? ¿Qué os parecen sus discos?
Por lo visto ha habido un error de comunicación: Elliott estaba en la ciudad, pero no tocó en el álbum, sino que me prestó su guitarra para que yo la tocara. Empezamos con Sam porque necesitábamos un teclado, queríamos un piano, órgano o sintetizador. Sam vive en Portland, al igual que Elliott, y queríamos a Sam en la grabación. Primero fue por la música, porque las canciones lo necesitaban, pero luego eso se convirtió en amistad. Creo que son bandas maravillosas, aunque siento más conexión con la de Sam, me gustan Quasi... me gusta la música de Portland en general.

No os entretenemos más. Hace poco Sydney apareció en televisión a todas horas, ¿qué pensáis de la imagen que se da de Australia? ¿Creéis que hay un sonido musical típico australiano?
Australia estaba en el punto de mira porque todas las cámaras del mundo estaban allí. Sydney se veía maravilloso, fue una “señorita” fantástica durante dos semanas. Creo que ahora mucha más gente irá a Australia, o por lo menos más a menudo. En el ámbito político, estaban explotando algunas cosas fuera de contexto, y tampoco se puede ser muy político con respecto a eso, por ejemplo en el trato que los australianos modernos hacen de los aborígenes. En cuanto a la música, en general ha sido horrible, como por ejemplo INXS...aunque sólo sea una parte de la música australiana. Hay una música típica de cierto lugar/es, porque supongo que no a todos los españoles les gustará Julio Iglesias ¿no?

2 comentarios:

Sergio H ha dicho...

Mi más sincera enhorabuena por estas 500 entradas.

A por otras quinientas!!!

Fernando López Mateo ha dicho...

Muchas gracias!