29/10/10
Un joven profesor de Historia blanco y su alumna de trece años negra. Un hombre en proceso de autodestrucción por su adicción al crack y una niña descubriendo una parcela oscura del mundo.
Una extraña amistad entre ellos sostiene una película que por momentos no parece ficción, gracias al sensacional de trabajo de sus dos actores, Ryan Gosling y Shareeka Epps y una atmósfera fílmica de tono logradamente realista. Y para redondear la faena, la música de Broken Social Scene.
A Gosling lo conocemos un poco más desde que descubrimos el pasado año que también sabe hacer música, y de qué manera, con Dead Man’s Bones y aquel maravilloso disco homónimo, el favorito de Soyuz de 2009. Desde entonces, la admiración por este hombre es retroactiva y retrospectiva. Aunque siga sin ser demasiado famoso, por esta película estuvo –merecidamente- nominado al Oscar. x Ánchel Otín
Una extraña amistad entre ellos sostiene una película que por momentos no parece ficción, gracias al sensacional de trabajo de sus dos actores, Ryan Gosling y Shareeka Epps y una atmósfera fílmica de tono logradamente realista. Y para redondear la faena, la música de Broken Social Scene.
A Gosling lo conocemos un poco más desde que descubrimos el pasado año que también sabe hacer música, y de qué manera, con Dead Man’s Bones y aquel maravilloso disco homónimo, el favorito de Soyuz de 2009. Desde entonces, la admiración por este hombre es retroactiva y retrospectiva. Aunque siga sin ser demasiado famoso, por esta película estuvo –merecidamente- nominado al Oscar. x Ánchel Otín
0 comentarios:
Publica un comentario