15/7/11
Hubo un tiempo en que el Festival de Benicàssim se celebraba el primer fin de semana de agosto. Que el alojamiento era deficiente, que los conciertos eran en un pequeño velódromo, que no había mayoría de asistentes británicos y que en sus organizadores primaba su propio gusto musical y no el puro mercantilismo.
También hubo un tiempo, cada vez más lejano lógicamente, en que yo era un fijo del festival. Diecisiete ediciones cumple este fin de semana, y lo veo entre la punzada de nostalgia y una contundente pereza. Cosas de la edad. Aunque estuve en algunas más, de momento voy a hacer un recordatorio de las 5 primeras ediciones, tal cual salió publicado en So Young #17, en mayo de 2000. Actuaciones que no olvidaré por mucho que pasen los años. x Fernando SoYoung / Fotos: Colectivo Anguila
20 conciertos que no olvidaré del Festival de Benicàssim 1995-1999
Urusei Yatsura |
1. Urusei Yatsura (FIB 97). Y el cielo cayó sobre nuestras cabezas, no sin antes mandarnos a un joven grupo escocés en estado de gracia que dinamitó nuestra adormilada (y aquel día mojada) concepción del rock en estado brutal, primario y poderoso. Irrepetible, por todo.
2. Primal Scream (FIB 98). El lado salvaje de los 90 (y más allá) es patrimonio de Bobby Gillespie. Más que impactantes: turbadores, arrolladores, inmensos, ultratóxicos. Sin habla.
3. Echobelly (FIB 95). El primer éxito rotundo y apabullante del festival debido a un público ávido de pop divertido, desenfadado y eufórico. El velódromo ya nunca bailaría tanto (no, ni con los Chemical Brothers).
4. Suede (FIB 97). Llegaron, vieron a la multitud entregada y vencieron por goleada. En plena forma, sofisticados e impetuosos, el grupo que cambió la forma de ser del Festival de Benicàssim.
5. Hefner (FIB 99). Nunca una banda llegó tan David y salió tan Goliat. Un gigante de emoción pura, de cercanía emocional. Con ellos se resquebrajó el mito de los bises prohibidos.
6. Dominique A (FIB 96). El triunfo de la sencillez, de los sentimientos a flor de piel, d ela interacción intimista y sin palabras. Un monumento a lo poético y al frágil encanto de la melancolía.
Dominique A |
7. Stereolab (FIB 96). Nadie te hace volar en directo como Stereolab cuando empiezan a crecer con sus guitarras. Hipnotizan, transportan, enamoran. Deslumbrantes como pocos.
8. The Divine Comedy (FIB 97). La exquisitez del mejor pop orquestado llevada al extremo sobre un escenario. Neil Hannon oliendo el mar: la magia romántica de una noche de verano.
9. Björk (FIB 98). La dama polar encarnó el gusto de un nuevo público que adoró a la musa de principio a fin. No fue para menos: Björk se transformó para la ocasión en sirena alada de envolvente figura y voz sublime en un concierto de ensueño.
10. The Wedding Present (FIB 95). Entrañable es inequívocamente la palabra. Excitantes acelerones de guitarras, recuerdos de otra época, reconfortante encuentro con algunas de las mejores melodías 'made in England'. Irresistibles.
11. Mercury Rev (FIB 99). Mientras Donahue, Grasshopper y compañía estuvieron sobre el escenario, el festival de Benicàssim permaneción suspendido en otra galaxia al son de sus nanas espaciales y ensoñaciones atmosféricas. Un paréntesis cósmico y trascendental.
12. Teenage Fanclub (FIB 98). Y la multitud exclamó: "¡Por fin!". Tremendo recibimiento y tremenda respuesta de un conjunto que nunca cansa y siempre encandila. Disfrutables como pocos.
13. Luna (FIB 98). Fascinantes y embriagadores. Paisajes elegantes surcados de nebulosas eléctricas. El atardecer más bonito de los cinco años del festival.
Mercury Rev |
14. Ride (FIB 95). ¡Qué lejos aquel concierto y qué cerca su recuerdo! La atmósfera del velódromo se tiñó de psicodelia, atemporal noise y endiablada sutileza melódica. Un triste pero grandioso adiós en nuestras propias narices. Para siempre.
15. Saint Etienne (FIB 98). El ensueño, la exuberancia, la euforia hedonista de una noche estrellada y esplendorosa. Nada pudo pararlos: nos rompieron el corazón. Para siempre el Club St. Etienne.
16. The Charlatans (FIB 99). Con las tablas que les faltaban en el 95 pero con el mismo tino, la misma pegada y la misma brillantez que entonces. Excelentes, siempre joviales, nunca nos cansaremos de ellos. Otros de los grupos 'typical fib'.
17. Yo La Tengo (FIB 98). El trío de Hoboken dio una lección de cómo triunfar haciendo rock de primera categoría con una imagen de granjero americano. Emoción electrificada para una banda espectacularmente eficaz.
18. Carter U.S.M. (FIB 95). Otra de esas bandas que había ver como fuera en su momento. En sus últimos coletazos como grupo, el dúo (que aquí fue trío) británico convirtió la hora más intempestiva en una reunión de saltarines fans. Un gran recuerdo de un grupo muy especial.
19. Manta Ray (FIB 98). El comentario fue generalizado. La actuación de Manta Ray en la cuarta edición del Fib estuvo a la altura de lo mejor de lo mejor internacional. A una hora perfecta, con una temperatura perfecta y con un grupo en estado de gracia. El punto más alto de toda su carrera tuvo lugar en Benicàssim.
20. The Chemical Brothers (FIB 97). Dieron un vuelco a la visión que había del Festival de Benicàssim. Del pop más selecto al techno más gamberro. El seguimiento masivo en cada una de sus (múltiples) visitas certifió el nuevo gusto de buena parte de las venideras generaciones.
4 comentarios:
Mi primer FIB fue en el 98, con posiblemente mi cartel favorito de todas sus ediciones (más cercano al del Primavera que a lo que son ahora), con gente como unos primerizos Mogwai, Björk, Red house painters, Luna, Spiritualized, Teenage, Tindersticks, Saint Etienne, Sonic youth, PJ Harvey o los Jesus and Mary Chain.
Así a bote pronto, recuerdo que Teenage estvuieron geniales (como siempre)con ese cierre con The concept cuando parecía que se iban. La diosa polar, con cameo de Raimundo Amador, también dio un concierto de otra galaxia. De otras ediciones recuerdo a Mogwai con su ruidosa belleza en el escenario grande, la demoledora actuación de Dinosaur Jr, el paseo por el lado oscuro de The cure en el 2oo2 o, en ese mismo año, la exibición de Radiohead. También me impresionaron The walkmen, a los que no conocía de nada.
Seguro que me olvido de muchas cosas y, sobre todo, me he perdido muchas más. Después de todo, tanto la climatología como la elección artística provocaron que cambiase con el tiempo el verano levantino por la primavera barcelonesa.
Los festivales dan para muchos recuerdos. Demasiadas horas y demasiados grupos juntos como para que no los haya...
De mis Primavera Sound me quedo con el recinto antiguo, muchas apreturas pero también muchísimo encanto.
Y de conciertos, White Stripes bajo la lluvia allí mismo, y ya en el Fórum, New Order (la primera vez y última que los veía) y el concierto de Arcade Fire en -relativo- petit comité.
Quien hubiera pillado esa epoca...
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