Pixies, no sois vosotros, soy yo

29/3/14

No sois vosotros, soy yo. Eso es lo que les he dicho a los Pixies antes de sacarles de los altavoces a patadas. No sé si realmente soy yo, pero cabe la posibilidad. Es posible también que haya escuchado a los Pixies de 2013-2014 como si fueran los de 1989, y evidentemente ninguno somos los mismos. Igual que fui uno de aquellos a los que casi engulle la masa en el Primavera Sound de la vuelta de los duendes tras tropecientos años, también he sido engullido por la esperanza de volver a encontrar algo de magia en la reunión de Black Francis, Joey Santiago y compañía.

En septiembre del año pasado hacían realidad el sueño húmedo de no pocos treintañeros largos y cuarentañeros incautos: publicar canciones nuevas. "EP1" lo llamaron. Y bueno, decepción. Estaba "Andro Queen", inofensiva pero potable, pero decepción. Ni rastro del látigo, del alien, de las tripas agarrotadas a guitarrazos de sus días buenos. Paciencia. En enero pasado, "EP2". Y ahora en marzo, "EP3". Fin del sueño.

Los tres epés han sido compilados en un disco grande, "Indie Cindy". Y venga a recaudar. Parece que ya no sepan hacer otra cosa, porque canciones bomba desde luego ya no saben hacer ni de lejos. Lo que antes era ágil ahora es pesado. Lo que era fresco ahora es trillado. Encima empiezan el disco con "What goes boom". Parece cachondeo. ¿Punk pop urgente? No. AOR metal deleznable.

Un comentario al que acudimos unas cuantas veces: si este disco sale con el nombre de The Indiecindys, por decir un nombre, no se habrían enterado ni Blas ni Epi, y si lo hubieran hecho, lo habrían quitado antes de terminar, hastiados, aburridos de unas canciones que no pintan nada en 2014. Sigo perplejo cuando escucho las canciones de los cuatro discos añejos de esta insigne banda de nombre hoy manchado con lejía. Hasta los discos de Frank Black post Pixies tenían mucha más gracia. A veces, qué malo es cumplir años, amigos. x Matías Galli