5/5/19
Hay reencuentros que son como bofetones de realidad o badinas de agua fría que te dejan claro que ni ellos ni tú sois lo que erais. Con Ladytron nada de esto me ha pasado. Escuchar "Tower of glass", "Figurine", "The mountain", "Run", "You've changed" y buena parte de su álbum "Ladytron" es un subidón que los pone cerca de sus más vibrantes tiempos de principios de este siglo.
Es encomiable la lucha por Jo Bevan y sus compañeros de Desperate Journalist por mantenerse en el difícil mercado británico del pop. En su tercer disco, "In search of miraculous", vuelven a hacer lo que mejor saben: estribillos y guitarras entre la épica y la sensibilidad ("To be forgotten", "Ocean wave", "Cedars"). No hay hits que los encumbren, pero sí un disco coherente y muy disfrutable.
Andrew Bird me entró por el ojo derecho desde que lo conocí (y ya hace mucho de eso). Quizá sean sus distintivos silbidos -aquí ya en la primera canción, "Sisyphus"-, sus entrañables sonidos de cuerda, esa especie de cercanía que crea con su música. Sea lo que sea, su nuevo "My finest work yet" me vuelve a sonar exuberante, detallista, franco, espumoso. Un hechizo-flechazo.
0 comentarios:
Publica un comentario