16/4/20
Es una película dura, de esas que comienzan con un pequeño golpe, al que sigue uno más duro al mentón, y después aún le quedan por atizarte unos cuantos hasta quedarte grogui. Y cuando crees que puede llegar un respiro, recibes otro en toda la boca.
"Tyrannosaur" (aquí titulada "Redención"), primera película dirigida por Paddy Considine en 2011, y con guion del propio director, es intensa y estremecedora, y no te deja apenas respirar en su hora y media duración, lo que hace que se pase volando y no te deje quitar la vista y la atención de ella ni un solo minuto. Y eso pasa raras veces.
Ganadora de múltiples premios (en Sundance, BAFTA, Mar del Plata, Satellite Awards y unos cuantos más), narra la historia de Joseph, un raspa insufrible con muy malas pulgas y poca suerte en la vida, y de su encuentro fortuito con Hannah, una mujer de buena fe que esconde detrás de su fachada beatífica no pocos dolores y problemas. Peter Mullan y Olivia Colman, dos actores británicos de mucho prestigio, están magníficos y dotan a la historia de un plus de credibilidad y profundidad que rematan el impacto del film.
En pocas películas que haya visto cuesta tanto encontrar resquicios para la esperanza, rendijas por las que adivinar que el mundo no puede ser un lugar tan inhóspito y cruel. Siempre hay un camino a la derecha, pero la verdad es que hay una tapia al girar. Cine que desgarra y que aturde, una película excepcional. x Fernando SoYoung
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