13/1/09
Fred Schneider: 57 años; Cindy Wilson: 51; Kate Pierson: 60; Keith Strickland: 55.
En 2008 publicaron "Funplex".
La primera noticia de su vuelta despertó el lado perverso de nuestra cabeza: otros que vuelven para pagarse la jubilación o, peor aún, para sus tratamientos de cirugía plástica. Cindy, Kate, Fred y Keith parecen unos chavales. Una vez superada la fase de escepticismo abrimos nuestros sentidos al nuevo cancionero, y desde principio a fin nos hace tragarnos una a una nuestras primeras impresiones. Han vuelto después de 16 años para continuar haciendo lo que mejor sabían: esa mezcla de rock y electrónica, con la combinación de voces de Kate y Fred… esas voces que siguen sonando en tu cabeza a pesar de que la canción haya terminado. Se podría decir que son la voz de la conciencia, el demonio y el ángel, manteniendo un debate encarnizado sobre la caduca moral cristiana.
"Funplex" ha llegado en el momento justo. Otros dirán que peca de oportunismo, pero eso sería injusto con la banda de Athens, que publicó su primer disco en el año 1979. Un oportunismo considerado desde el punto de vista de la vigencia actual de unos parámetros sonoros, en gran parte heredados de ellos por bandas como LCD Soundsystem, The Rapture, The Faint, Headman y otros. Bandas que están en nuestro menú indie diario, pero que no han dado ni siquiera la primera vuelta al marcador. The B-52's han pasado todas las etapas del vía crucis existencialista de una banda: bichos raros del underground con pelucas; producción de disco por el cantante de moda en su momento (David Byrne, en "Mesopotamia"); pleitos con Yoko Ono; pérdida de un miembro por sida (Ricky Wilson); resurrección en los 90 con una banda sonora: "Meet The Flintstones"; y un lapso de tiempo dilatado para dedicárselo a sus vidas y darse cuenta de que forman parte de la cultura popular de los últimos 30 años.
Un escaño conseguido por meritorias canciones propias como "Loveshack", "Roam", "Good stuff", "Private Idaho" y "Rock Lobster", y los grandes momentos compartidos que la voz de Kate Pierson nos ha dejado junto a sus paisanos R.E.M. en "Shinny happy people", y la memorable "Candy", a dúo con Iggy Pop.
Háganles un hueco en sus fiestas, siguen teniendo más vitalidad que muchos jovenzanos, son la rebelión de la generación "Cocoon". x Simón Zico
En 2008 publicaron "Funplex".
La primera noticia de su vuelta despertó el lado perverso de nuestra cabeza: otros que vuelven para pagarse la jubilación o, peor aún, para sus tratamientos de cirugía plástica. Cindy, Kate, Fred y Keith parecen unos chavales. Una vez superada la fase de escepticismo abrimos nuestros sentidos al nuevo cancionero, y desde principio a fin nos hace tragarnos una a una nuestras primeras impresiones. Han vuelto después de 16 años para continuar haciendo lo que mejor sabían: esa mezcla de rock y electrónica, con la combinación de voces de Kate y Fred… esas voces que siguen sonando en tu cabeza a pesar de que la canción haya terminado. Se podría decir que son la voz de la conciencia, el demonio y el ángel, manteniendo un debate encarnizado sobre la caduca moral cristiana.
"Funplex" ha llegado en el momento justo. Otros dirán que peca de oportunismo, pero eso sería injusto con la banda de Athens, que publicó su primer disco en el año 1979. Un oportunismo considerado desde el punto de vista de la vigencia actual de unos parámetros sonoros, en gran parte heredados de ellos por bandas como LCD Soundsystem, The Rapture, The Faint, Headman y otros. Bandas que están en nuestro menú indie diario, pero que no han dado ni siquiera la primera vuelta al marcador. The B-52's han pasado todas las etapas del vía crucis existencialista de una banda: bichos raros del underground con pelucas; producción de disco por el cantante de moda en su momento (David Byrne, en "Mesopotamia"); pleitos con Yoko Ono; pérdida de un miembro por sida (Ricky Wilson); resurrección en los 90 con una banda sonora: "Meet The Flintstones"; y un lapso de tiempo dilatado para dedicárselo a sus vidas y darse cuenta de que forman parte de la cultura popular de los últimos 30 años.
Un escaño conseguido por meritorias canciones propias como "Loveshack", "Roam", "Good stuff", "Private Idaho" y "Rock Lobster", y los grandes momentos compartidos que la voz de Kate Pierson nos ha dejado junto a sus paisanos R.E.M. en "Shinny happy people", y la memorable "Candy", a dúo con Iggy Pop.
Háganles un hueco en sus fiestas, siguen teniendo más vitalidad que muchos jovenzanos, son la rebelión de la generación "Cocoon". x Simón Zico
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