18/11/09
Bob Dylan: 68 años.
Ha editado este año "Together Through Life".
Hemos dejado pasar el tiempo suficiente desde su salida al mercado para poder plasmar nuestras impresiones sobre el último capítulo de la historia según Dylan. Hemos esperado estos meses sin incluirlo en nuestro asilo para evitar confusiones con las criticas pre y post publicación.
Dylan a sus sesenta y ocho años sigue sobre los escenarios y entregando discos, aunque de una forma menos prolífica que antaño. El que nos ocupa hoy, es para nosotros el mejor que ha publicado en esta década. Y lo es porque su voz luce más quebrada que nunca, el narrador tiene voz de abuelo, y nos gusta. La producción tiene gran culpa en ese acierto, así como la instrumentación elegida para dar credibilidad a sus historias, con acordeones y violines, un sonido muy cajún en algunos pasajes que nos evoca pantanos y días calurosos en el sur.
Todo esto nos lleva a cometer un anacronismo sólo posible en nuestras cabezas, y afirmamos que es el disco más Tom Waits de Dylan. Y ya sabemos que fue antes Bob que Tom, y también sabemos que ambos tienen una carrera larga y ancha en experimentación con las raíces americanas, y mezclarlos nos puede llevar a la hoguera de los seguidores fundamentalistas de ambos. Pero en cada escucha me reafirmo más en estas sospechas. x Simón Zico
Ha editado este año "Together Through Life".
Hemos dejado pasar el tiempo suficiente desde su salida al mercado para poder plasmar nuestras impresiones sobre el último capítulo de la historia según Dylan. Hemos esperado estos meses sin incluirlo en nuestro asilo para evitar confusiones con las criticas pre y post publicación.
Dylan a sus sesenta y ocho años sigue sobre los escenarios y entregando discos, aunque de una forma menos prolífica que antaño. El que nos ocupa hoy, es para nosotros el mejor que ha publicado en esta década. Y lo es porque su voz luce más quebrada que nunca, el narrador tiene voz de abuelo, y nos gusta. La producción tiene gran culpa en ese acierto, así como la instrumentación elegida para dar credibilidad a sus historias, con acordeones y violines, un sonido muy cajún en algunos pasajes que nos evoca pantanos y días calurosos en el sur.
Todo esto nos lleva a cometer un anacronismo sólo posible en nuestras cabezas, y afirmamos que es el disco más Tom Waits de Dylan. Y ya sabemos que fue antes Bob que Tom, y también sabemos que ambos tienen una carrera larga y ancha en experimentación con las raíces americanas, y mezclarlos nos puede llevar a la hoguera de los seguidores fundamentalistas de ambos. Pero en cada escucha me reafirmo más en estas sospechas. x Simón Zico
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