1) Sune Rose Wagner: "Samme Vej"
4. Bingo, cartas o futbolín.
Nombre: Telekinesis!
Nacido un 7 de Agosto de 1942 en Santo Amaro da Purificação, este año le oiremos cumplir sus 67 veranos. Y buceando en su web actual, uno se empapa de vanguardia y vitalidad, comprobando que es su forma de vivir, y no una forma de aparentar. En las fotos promocionales aparece junto a su banda actual, la que le ha ayudado a confeccionar su repertorio más imprevisible desde su disco de 1991, “Circulado”. Una banda de treintañeros, en la que incluye a su hijo Moreno, y sus compañeros del proyecto +2. Es un disco limpio, e intuimos que ha nacido del placer de tocar durante horas en corro, mirándose los unos a los otros, como un combo de jazz. Las raíces brasileiras están presentes, pero no se imponen sobre una instrumentación más emparentada con el post rock.
Está Ricardo Soláns, doblador de Robert de Niro, Dustin Hoffman o Al Pacino; estaba Carlos Revilla, que bordó el personaje de Homer Simpson; también Ramón Langa doblando a Bruce Willis o Rogelio Hernández a Michael Caine, pero la voz de Constantino Romero, que también nos ha acompañado durante estas últímas décadas en algunos concursos y en centenares de anuncios, es especial. Y estos son seis personajes que será difícil disociarlos de la voz de Constantino por mucho que las vea en versión original:
Tiga es el más popular de los dos. Conocido por su faceta de dj y remezclador, ha disfrutado de éxitos masivos: “Far from home” fue utilizado para una campaña televisiva de cervezas en España. Su anterior disco de 2006, “Sexor”, plasmó su trayectoria como francotirador de la pista y resumió lo aprendido para sintetizarlo en hits de electro pop. Fue un álbum extenso y con versiones inesperadas de Public Enemy y Talking Heads. En “Ciao”, su regreso a los downloads de las tiendas virtuales y suponemos que efímera residencia en las tiendas de discos, se aprecia una doble actitud muy acentuada. Medio disco está posicionado en las lindes del minimal techno más zafio, y la otra mitad, exactamente desde el corte “Luxury”, pertenece al contexto el techno pop de los ochenta. Ha desaparecido esa mezcla que te introducía en territorios inexplorados sin premeditarlo. “Adiós” Tiga.
Mocky nunca tuvo esa vocación por la pista de baile, pese a tener un notable reconocimiento por su canción “Sweet music”, de su álbum debut “In Mesopotamia” en 2003. Las actividades del canadiense han estado relacionadas con compañeros generacionales como Gonzales, Feist y Peaches. Esto nos hace estar siempre alerta con sus discos: no sabemos por dónde saldrá el sol. “Saskamodie” es un disco de lounge moderno, grabado en Francia en los estudios donde Gainsbourg y Nina Simone registraban canciones para nuestro presente. Tan sólo hay dos canciones con presencia vocal: “Birds of a feather”, que nos recuerda mucho a los españoles Pájaro Sunrise, y “Somehow someway”, otra delicia. Un disco para poner de fondo en las cenas con amigos, esas veladas en las que se detiene el tiempo y las anécdotas de siempre parecen distintas. x Simón Zico
-Mejor, pensó, más tiempo juntos para saborear las mieles del triunfo tras entregarle su artesanal detalle infalible. Pero antes de aquel planificado momento que con tanta ilusión esperaba, ella le participó que había quedado con Lorenzo, sin especificar nada más. No dijo mi amigo Lorenzo, mi hermano Lorenzo o mi vecino con perro Lorenzo. Dijo sólo Lorenzo. Primer pinchazo en alguna indefinida parte del cuerpo. Al llegar al edificio de Medicina apareció. Anduvieron los tres largo rato, incluso se hizo de noche, esperando y esperando a que se fuera el último invitado en llegar para darle a ella el regalo. Pero no se iba nunca. Y llegado un momento, de repente ya todo estuvo claro: el que sobraba era él, y cuando por fin se dio cuenta de ello con claridad meridiana fue consciente de cómo la humillación, el desprecio, el desamor y la pena le caían encima como de un contenedor de plomo candente. Esperó a doblar la esquina de la calle Arzobispo Apaolaza para romper a sollozar con una mezcla de rabia y tristeza. Demasiado inexperto -supo después- para caer en la cuenta de su ceguera, de que había sido utilizado por alguien a quien creía amar, de forma precoz e ignorante, para recapturar a un despistado Lorenzo que empezaba a mirar a otras.
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1. Cartas, bingo o tragaperras.
Lucky Player es un clásico, tragaperras.
2. Dieta Ragazza, chino o diseño en plato grande con emulsión.
Bocata guarro en el camerino y gracias.
3. Refranes, frases hechas de corte futbolístico o parafrasear a un escritor/ filósofo clásico.
Frases de argot deportivo, somos fans de Julio Ruiz.
4. Paul Weller, Georgie Fame o Al Green.
Las patillas de Weller, la voz de Georgie Fame y la piel de Al Green.
5. La prensa musical es necesaria para: conocer estilismo de los grupos, establecer un puente comunicativo entre grupo y fans, tomar nota para la lista de la compra.
La prensa musical NO es necesaria
6. Carajillo, bourbon o té.
Coca Cola.
7. En el futuro qué os gustaría más: un álbum recopilatorio con inéditos, un tributo por otras bandas o que nadie supiera de tu pasado musical.
Recopilatorio de rarezas.
8. Los políticos españoles: brillan por su ausencia, brillan por su deficiencia o brillan demasiado para lo que hacen.
Hacen lo que pueden, no son ni mejores ni peores que los demás.
9. Hacemos música para: visitar otras ciudades con hotel y cena pagada, para dar envidia a nuestros compañeros de instituto o para mostrar el mundo interior del artista.
¿Te tengo que responder en coña a esto tan serio? ¿Compañeros de instituto? Jaja... la música que yo hago es más para los profesores que para los alumnos de los institutos...
10. Si llego a viejo y me jubilo elijo: un huerto, un programa de reinserción social o trabajar hasta los 70 para contribuir al estado.
Una playa y una tumbona de rayas. x Simón Zico / Foto: Colectivo Anguila
http://www.elefant.com
http://www.myspace.com/cooperartist
Con el nuevo disco de The Maccabees, el segundo que sacan, me he quitado de encima, así de golpe y por lo menos durante el rato que dura el mismo, 15 años. Uno, que ha sido muy popbritaniquero casi toda la vida, andaba de capa caída desde hace mucho por la escasez de nuevas bandas que removieran de verdad el cotarro musical interno y externo y no sólo las cada vez más apolilladas y adocenadas portadas de revistas inglesas. Por eso, "Wall Of Arms", la apabullante confirmación al aviso que ya dio este grupo de Brighton con su álbum de debut "Colour It In" (entre los favoritos de Soyuz en 2007), es una de las noticias más alegres que uno podía recibir a punto de entrar en el luminoso mes de junio. Aunque con un sonido un poco más trabajado y por tanto menos inmediato que el anterior, y quizá más cerca de The Arcade Fire que de cualquiera de sus compañeros de generación británicos, "Wall Of Arms" es un disco de pop desenfadado, directo, musculoso, juvenil, inspirado, melódico, enérgico, clásico pero imaginativo, eufórico, contagioso y verdaderamente adictivo.
Con el estribillo de "Can You Give It" dan ganas de gritar a pulmón abierto y ponerse a poguear con las paredes; "William Powers" efectivamente es puro power, dos décadas musicales comprimidas en una píldora para no dormir pero sí para soñar, melodía de puño en alto y voz en grito, de baile en la oscuridad con cubata en la mano; "Love You Better" nace, crece y se desarrolla mejorando en cada segundo, es decir, sin hacerse vieja nunca sino al revés, a lo Benjamin Button; pero es que pasa lo mismo con "One Hand Holding", con un medio minuto final de pura fantasía pop. En "Young Lions" el título lo dice todo: una canción de incansable trote de cachorro selvático; en "Kiss And Resolve" y "No Kind Words" las guitarras y las voces compendian lo que todos sus compañeros de generación sólo huelen, talento a borbotones para esto del pop de degustación y digestión urgente.
Terry, nacido en Chicago, cumple este mayo 64 años. Acaba de publicar “Hidden conversations” para el sello Mr. Bongo, un disco que si usáramos la máquina de etiquetar para nombrarlo lo haríamos bajo el nombre de Trip Folk Soul. Ha contado para la producción de algunas canciones con Massive Attack, y la foto que publicamos es de Gilles Peterson. De esta forma los pioneros del revival del soul y la música negra, mal llamado acid jazz, llevado a cabo de finales de los 80, ven cumplido uno de sus sueños, colaborar con uno de sus mitos vivos. Para los que no conozcan mucho a Terry y su obra, haremos uso de un símil rápido, es al soul como la obra de Nick Drake al pop: marginales y atractivos.
En nuestra galería de iconos entró por dos razones. La primera, la portada de su disco de 1973 “What color is love”, inevitable no detenerse ante ella cuando la vimos en la tienda de discos: sugerente e intimista. La segunda, su canción “Ordinary Joe”, incluida en su disco “Occasional rain”. Cuando la escuchamos siempre imaginamos un final de película mientras aparecen sobre la última secuencia los créditos.
Porque seguro que todos nos acordamos de Vlade Divac cuando notamos que una mujer observa demasiadas ínfulas y pensamos ‘va de diva’ o cómo recordamos los que ya tenemos cierta edad cuántas veces hacían referencia en los telediarios de nuestra infancia a un curioso ‘homenaje en Pekín’, cuando realmente hablaban del desaparecido líder israelí Menahem Beguin.
En otros órdenes de la vida, es bien sabido por ejemplo que hoy en día vas a la panadería y te puedes perder entre tanta variedad de panes. Así, el panadero puede empezar perfectamente respondiéndonos ante una pregunta sobre la clase de pan que es alguno cualquiera, nombrando al tenista Stepanek en vez de ‘este pan es…’.
Elige Tom Hanks. Elige Kevin Costner. Elige Whitney Houston ululando que siempre te amará. Elige Macarenas, Camelas y camelos de temporada. Elige el rancio hedor de la parroquia apoltronada en el plató de "Compresa Compresa". Elige el concierto que llevas esperando un año siempre en otro lugar. Elige la gesticulante ridiculez de las series americanas y las fotocopias apolilladas de TVE. Elige un programa interesante e intenta descodificarlo o mejor te tomas dos litros de café y aguantas hasta las cuatro de la mañana. Elige un trabajo incierto y recopila datos para una enciclopedia sobre la estupidez. 
Elige la última hornada de pesadillas cotidianas como encontrarte en el Casco Viejo rodeada de garrulos y preguntarte un sábado por la noche qué coño pinta esto en tu vida. Y entonces comprendes que el vertedero te tiene acorralada casi, casi, casi por todas partes.
Yo elegí no elegir nada. Hasta que apareció el joven Mark Renton en la pantalla y me obligó a elegir "Trainspotting". Siempre quedan pequeñas rendijas por las que respirar, pero ver esta película ha sido como abrir de par en par los balcones al cierzo.
Un guión desenfadado e impactante, una propuesta atractiva y desenvuelta a la que, incomprensiblemente, el boca a boca tacha de "fuerte, violenta y 'de drogadictos'", lo que supone despojar a esta obra de todo el entramado artístico que la sostiene, por no insistir en la frescura, vitalidad y humor que desborda en la mayor parte de las secuencias. Humor amargo en algunas ocasiones, pero eso es todo. Lo justo para corroerte la carcajada momentos antes de que la azafata enlatada te recuerde que eres un guarro mientras intentas asimilar la última sonrisa de Ewan McGregor. Pero que no me vengan ahora con sensiblerías absurdas atacando a un film singularmente joven y europeo, que ya estamos todos demasiado curtidos como espectadores de las más variadas barbaridades.
Ya entrando en materia y puesto que, inevitablemente, las obras de un mismo autor van heredando diversos elementos una tras otra, Danny Boyle no iba a ser la excepción. Y así, lo que en la rescatada “Shallow Grave” eran simples esbozos (el muñeco gateador, los monólogos que enmarcan el film, el lado más borde de la gente, los siniestros 
contraescenarios, las peripecias que conlleva salir por la vía más fácil...) en su siguiente trabajo ha llegado a esculpir grandes momentos. Pero esta vez el acierto del director se debe, además, a la perfecta armonía conseguida entre música e imágenes, revolviéndonos los sentidos con el peculiar caleidoscopio de ritmos y matices que, a fin de cuentas, es lo que la película se propone.
Una estética fulminante, totalmente absorbida ya por la publicidad y el cine español: una música que, más que añadida, parece haber sido compuesta por encargo, tal es el realce que aporta a las escenas. Imposible pensar en la sobredosis de Renton sin la voz de Lou Reed velándole con su “Perfect Day”, poco más o menos lo que sucede cuando suena “Born Slippy” de Underworld, “2:1” de Elastica, “Trainspotting” de Primal Scream, New Order, Pulp, Iggy Pop, Blur, Sleeper... e incluso la cancioncilla entonada malamente por el perjudicado Spud, recogida en los créditos finales junto a los demás.
Si Irvine Welsh supo enriquecer un tema más que manido con los personajes de Sick Boy, Spud Murphy, Begbie y Mark Renton a la cabeza de este colectivo cutre y majete, a Boyle debemos agradecer su confianza en el actor Ewan McGregor, sin olvidar a los entrañables Ewen Bremner y Jonny Lee Miller. x Asun No (So Young #10, diciembre 1996).
Estuve muy enganchado a Belle & Sebastian en 1996, algo que se alargó más o menos hasta 2000. Y creo que fue tras "Fold Your Hands Child, You Walk Like A Peasant" que me despegué bastante de ellos, y sus dos últimos álbumes apenas los disfruté, me parecían ya demasiado lejanos a "If You're Feeling Sinister" y aquellos increíbles tres EP's de 1997. Sin lugar a dudas fue su momento de máximo talento creativo, aquellos Belle & Sebastian tímidos, amateurs, delicatessen pura. Ahora Stuart Murdoch se ha refugiado -momentáneamente, supongo- en el proyecto God Help The Girl, y gracias al disco que ha editado con el mismo nombre, me ha devuelto la fe en este compositor y en volver también la vista de nuevo a su grupo de siempre. La primera canción que escuché de God Help The Girl fue "Come Monday Night" y me enamoró a la primera. Es una canción de máxima exquisitez, con ese leve deje sesentero en una voz que mece como si saliera de un sueño por la mañana. Pero el resto del disco es un buen ejercicio de pop luminoso: la fenomenal "Perfection Is A Hipster" capitaneada por la voz siempre sugerente de Neil Hannon y otras espléndidas composiciones como "Musicians, Please Take Heed" o "I'll Have To Dance With Cassie". Para mí este disco es casi como un nuevo debut de Stuart Murdoch, tantos años después de que él y Belle & Sebastian fueran la brisa más fresca que pasó por el pop en mucho tiempo.
Por contra, no hay mucho que decir -bueno- de Ian Broudie y su vuelta con su banda Lightning Seeds. Siempre ha estado muy metido en labores de producción de otras bandas, y aunque tiene un bagaje amplio como músico desde los ochenta, su ojo derecho siempre fueron sus Lightning Seeds, en donde con canciones de una brillantez imperecedera como "Pure", "All I Want", "The Life Of Riley", "Ready Or Not" "Lucky You" o "What If..." se ganó un puesto entre los orfebres más populares del pop más límpido y soleado. Ninguno de sus discos fueron grandes obras. Con "Cloudcuckooland" y "Sense" se hizo bastante famosillo gracias a unos singles certerísimos -¿quién no ha escuchado "Pure" alguna vez en su vida, siendo consciente o no?. Casi nadie, me temo-, con "Jollyfication" puso el automático y "Dizzy Heights" fue un buen álbum de pop, seguramente el más equilibrado de todos los que editó. Nunca fue un superventas, pero siempre tuvo una gran aceptación: con "Dizzy..." llegó al nº 11 británico. Aún hubo un álbum en 1999, "Tilt", que no he escuchado, pero su nuevo trabajo de 2009, "Four Winds", es muy muy flojito. Su santo y seña músico-discográfico, es decir, buenos álbumes con un par de singles sensacionales, ya no funciona: no hay un tema que destaque por encima del resto. Todo el álbum suena bastante plano, gris y aburrido, y la novedad en forma de toques folk y country le sale rana peluda. Un mal retorno de Ian Broudie, por desgracia. x A. HurtadoGod Help The Girl: "Come Monday Night"
La voz de The Zombies cumplirá en junio de este año 64 veranos. Lo hará girando con su banda e interpretando el álbum “Odessey and Oracle”, un clásico del pop de los sesenta. Y lo hará a pesar de que este año haya publicado “The Ghost Of You And Me” en solitario, y eso es algo que, después de escucharlo, entendemos perfectamente. Su capacidad de crear canciones memorables ha bajado enteros, ni siquiera ha repetido el patrón que lo inmortalizó hasta la saciedad, como hacen muchos compañeros de generación para seguir vigentes.
1. Miloslav Mecir. Eslovaco. Mejor puesto ATP: 4. Mejor resultado: finalista Open USA y Australia. Imprevisible como pocos, con un peculiar estilo que hacía fácil lo más difícil, y también un rato irregular. Por lo menos ganó la medalla de oro en los Juegos de Seúl 88.
5. Aaron Krickstein. Estadounidense. Mejor puesto ATP: 6. Mejor resultado: semifinalista en Australia y Estados Unidos. El típico matagigantes descentrado. Ganaba a los mejores y luego perdía con cualquier mindundi.
The BPA, o The Brighton Port Authority, publica su primer disco: ”I Think We're Gonna Need A Bigger Boat”. Detrás de estas siglas se reinventa Norman Cook (The Housemartins, Beats Internationals, Freak Power, Fatboy Slim o Pizza Man), invitando a su fiesta de bautizo a un puñado de amigos para que pongan voz a sus creaciones, que mantienen el pulso entre su etapa Slim y la canción pop. En la entrada de su mansión están aparcados los coches de David Byrne, Dizzie Rascal, Jamie T, Iggy Pop, Lateef, Martha Wainwright, Ashley Beddle, Justin Robertson, Pete York, Jack Penate y más muchos más. Se abrazan y saludan tres generaciones de músicos en el hall de la entrada, y tras unos canapés y unas copas servidas en bandeja, comienza el desfile sonoro. “He's Frank” es la de Iggy, que podría ser un hit si Norman no se hubiera copiado a sí mismo y su “funk soul brother”: podría ser más elaborada. Con Ashley Beddle hace lo mismo, manufactura un ska electrónico ideal para un anuncio de cervezas en verano: “Should I stay or should I blow”. Y así llegamos a la conclusión, parafraseando el título del disco: en nuestro bote salvavidas solamente dejaríamos subir a David Byrne con Dizzie Rascal y su “Toe jam” y a Martha Wainwright con su reggae “Spade”. En estas dos acierta con su producción y saca el mejor partido posible a sus voces.
N.A.S.A. son las siglas de North America/South America. Un proyecto coordinado por Squeak E. Clean y Dj Zegon, con una agenda de colaboradores que podrían narrar capítulos imprescindibles de la música norteamericana de los últimos treinta años, pero aquí no creemos que tuvieran ni para un monólogo de la música sudamericana. El primer error es un ejercicio de unidad continental en el nombre, cuando el resultado es un disco de hip hop con voces invitadas de otras sonoridades. Pasemos a ver el nombre de los dorsales: Krs. One, Chuck D, David Byrne, Seu Jorge, Santogold, George Clinton, John Frusciante, Ras Congo, Spank Rock, Tom Waits, Method Man... umh ¿a que apetece?. Después de este sugerente listado, el resultado es anecdótico como otros discos de colaboraciones entre pop rock y hip hop como la banda sonora de “Judgement night”, y los benéficos “H.E.A.L” y “Sun City”. No alcanza las cotas compositivas de híbridos como Gorillaz, Mark Ronson o las producciones de Neptunes.
Estige acaban de ganar el concurso Muévete en Directo, el más importante de la región aragonesa, y además hace pocas semanas vio la luz su nuevo LP, "El ambicioso Phoenix", producido por Rafa Domínguez (El Huracán Ambulante, Muy Poca Gente, INK o Guisante) en su estudio La Cafetera Atómica. El disco irá viendo la luz en distintos formatos (el primero ha sido una coqueta caja de packaging de vanguardia con un USB dentro) durante los próximos meses. Además Estige han incorporado a Pablo Malatesta (De Vito, Experimentos in da Notte) como cuarto miembro para el directo. Muchos cambios en el mejor año para la banda, madura y plena de canciones y actitud. El próximo sábado 9 de Mayo vuelven a los escenarios en la zaragozana sala Zeta y qué mejor momento que este para hacerles una entrevista:
J: Rafa Domínguez es una persona humana que tiene algo de productor, algo de músico, algo de técnico, algo de rockstar de otra época, algo de estrella del pop emergente... y todo eso sale un poco en sus grabaciones, en las que creo que está alcanzando un "sello de la casa". En nuestro caso, acudimos a él porque buscábamos una producción de calidad en Zaragoza, y en eso pocos hay por aquí que le hagan sombra. Por otra parte creo que nosotros le exprimimos un poco, ya que el sonido que buscábamos para cada tema era bastante personal y existía ese tira y afloja - algo positivo por otra parte. En algunas se consiguió lo que buscábamos y en otras se consiguió otra cosa, pero el resultado, en definitiva, es bastante bueno.
Nombre: Bigott
bien al contrario, aún sabiendo más o menos lo que se podía encontrar, sorprende. Por esa especie de "Femme Fatale" a dúo con Clara que es "The Party", bonita a rabiar, y que me ha traído a la memoria -más que por parecido musical, por la alta sensibilidad y belleza que destilan ambas propuestas- a aquel fenomenal proyecto que Borja compartió con Beto Hernández bajo el nombre de Comedienne, y que dio para unas pocas pero inolvidables canciones que todavía recordamos de vez en cuando de lo que nos gustaron en su día (y que revisitaremos pronto como se merecen); por las palmas de "Afrodita Carambolo", por la voz de caverna amueblada y con vistas de la fantástica "Trois Je T'aime", por lo bien que se amoldan los curiosos coros de "She Is My Man" al resto de la canción, por ese "Algora Campeón" que por supuesto emociona desde el título hasta la médula de un "Play one more hit and dance with me" que pone la carne de punta y el vello de gallina, o por la brisa retro a ritmo galopante de teclado de "New York Seveille". El todo, "Fin" como bloque, deja descolocado, enganchado y agradecido por lo mucho que ofrece. x Fernando SoYoung
Crecimos entonando “Estuve de vinos por ti” y “Mala mujer”. Vimos cómo sufría el síndrome de 'one hit band' con “Bonito es”. Pero seguíamos incondicionales a sus canciones y su evolución musical, siempre un paso por delante de las tendencias hispanas y con el radar captando interferencias mundiales. Vimos cómo empapelaban el Camino de las Torres con la publi de “Seres positivos”: pastelitos de Pantera Rosa invadían nuestras paredes rosas, donde hacíamos graffiti. En la sombra escuchamos odas a “Spiderman” y homenajes a Gato Pérez en “Se fuerza la máquina”. En “Bultacos y Montesas” se pasó de la referencia local al sonido internacional, anticipando el drum & bass y el dub. Pero conservaba el costumbrismo marca de la casa en canciones como “2 hermanas” y “Alta y delgada”. En “Colección de favoritas”, todavía había indicios de que el adiós era un hasta luego: “Nada nuevo” y “Todo va bien” abrían un catálogo de lucidez.
Ya en solitario Miqui nos ha regalado hits en cada uno de sus discos “Casualidades”, “Miope” e “Impar”. E incluso ha desvelado sus canciones preferidas en el recopilatorio “Mis favoritas”. Nosotros también le reservamos un sitio entre nuestros favoritos.
1. Verdad, acción o beso.
Morreo.
2. Apuntarme a un gimnasio, aprender inglés o un safari en Kenia.
Buscar discos en Berlín.
3. Pilates, psicoanálisis o vermú.
Siempre vermú, en eso Los Negativos tienen razón.
4. Demasiado joven para la movida, demasiado popular para el indie, o sencillamente demasiado.
Demasiado testarudi.
5. Morir de amor, vivir de la fama o padecer en el anonimato.
Vivir, y a veces tan difícil.
6. Little Britain, The Flight of the Conchords o True Blood.
Mujeres desesperadas.
7. En el epitafio qué te gustaría más: una frase de argot futbolístico, un refrán o una estrofa célebre.
Nada, me haré incinerar.
8. Los políticos españoles: están por llegar, se confunden con los especuladores económicos o trafican con las ilusiones de sus votantes.
No existen.
9. Qué disco te parece más sobrevalorado: Family “Un soplo en el corazón”, Planetas “Super 8”, o Radio Futura “De un país en llamas”.
Cualquiera de Pau Donés.
10. Si llego a viejo y me jubilo elijo: una limpieza de sangre, un alzheimer selectivo o completar todas las colecciones que tengo con fascículo 1 y 2 de regalo.
¿Qué tal un implante? x Simón Zico / Foto: Colectivo Anguila
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